El Espacio Del Inmigrante, Reconocido Por Su Defensa De Los Derechos Humanos
El Instituto de Derechos Humanos de Cataluña (IDHC) ha otorgado el Premio Solidaritat dos mil dieciocho al
, una asociación que trabaja hace más de cinco años a favor de los derechos humanos de los inmigrantes, según se ha informado en un comunicado de prensa el pasado martes.
El IDHC ha afirmado que esta iniciativa ha sido señalada entre otras veinticuatro candidaturas de organizaciones y activistas de derechos humanos, “por la labor indispensable que realiza este espacio con el propósito de reclamar y hacer efectivos los derechos de las personas migrantes, y denunciar la vulneración de esos derechos”. Asimismo, señala que esta tarea cobra especial relevancia en un contexto donde esta “población está siendo criminalizada desde diferentes instancias políticas y sociales”.
En este sentido, David Bondia, presidente del IDHC, sostuvo que “debido a su situación de especial vulnerabilidad, precisan de una garantía concreta de sus derechos para poder revertir las circunstancias estructurales que les complican tener una vida digna de ser vivida. Frente a discursos y políticas que cuestionan esta realidad, entidades como el Espacio del Inmigrante son más precisas que nunca”.
Un reconocimiento para los “invisibles”
Un reconocimiento para los “invisibles”
Ulises, portavoz del Espacio de Inmigrantes, explica a La Vanguardia lo que significó recibir este premio para el colectivo: “Nos sorprendió que se hayan fijado en el trabajo invisible que efectuamos hace muchos años, sobre todo teniendo en cuenta que nunca hemos tenido un vínculo directo con las instituciones, jamás pedimos ni recibimos ninguna subvención. Es un reconocimiento a esas personas que en ocasiones no se las incluye como una parte de esta sociedad”. Además de esto, entiende que esta mención puede representar una oportunidad a fin de que cada vez sean más quienes conozcan su trabajo y poder proseguir creciendo.
Tanto la creación como el desarrollo del Espacio de Inmigrantes se explica por nudos de solidaridad barriales. Nació en el año dos mil trece, en el corazón del distrito del Raval, como contestación a un decreto que clausuraba el derecho a la atención sanitaria pública de la población inmigrante. Desde la iniciativa de una médica, se conformó de manera espontánea un espacio para la atención médica de aquellas personas que la necesitaran. Desde sus comienzos, este espacio siempre y en toda circunstancia se mantuvo a través del trabajo voluntario y solidario.
Lazos de solidaridad
Lazos de solidaridad
El espacio creció rápidamente, con la integración de nuevas manos profesionales que también deseaban atender las vulnerabilidades que atravesaban a estas personas, que no estaban siendo incluidas por los servicios de Seguridad Social. Entonces, se sumaron más médicos, psicólogos e incluso abogados, para proveer atención emocional y asesoría legal.
Además, fueron trazando coaliciones con otros colectivos y organizaciones migrantes, “no para sustituirlos ni hablar por ellos, sino más bien para potenciarlos”, explica Ulises. De este modo, por poner un ejemplo, el contacto con el colectivo de manteros dio sitio a la creación del , “para denunciar la violencia institucional y prosecución que atraviesa a esa población”. Asimismo, últimamente acompañaron en la creación de lade jóvenes extutelados, un espacio para defender sus derechos, del que “ellos mismos son constructores y portavoces”.
El migrante como sujeto político
El migrante como sujeto político
Con el tiempo, el espacio fue agregando nuevos objetivos. Aparte de la asesoría legal, médica y sicológica, incorporó la pretensión de dar voz y protagonismo a esta población, para dar visibilidad a sus demandas. O sea, no sólo reparar aquellas ausencias de la asistencia estatal, sino asimismo cuestionarlas y demandar la garantía de sus derechos. abogado de inmigracion
Su trabajo también busca derruir aquellos prejuicios que criminalizan y estigmatizan a la población migrante, para enseñar imágenes que permitan descubrir la riqueza que puede aportar a la sociedad. “El espacio busca denunciar el racismo institucional y social en todas sus formas de violencia, y construir otro relato más verdadero sobre los migrantes, poner en evidencia los aportes sociales, culturales, humanos que tiene la migración en la sociedad”, dice Ulises, portavoz del Espacio de Inmigrantes.
Es a partir de ese “contrarrelato”, que se busca “construir al migrante como sujeto político y no como objeto de políticas públicas”. Para esto, han puesto en marcha distintos proyectos de sensibilización y demanda, como el “” -un contra tour para enseñar la cara humana del barrio-, la “” -un proyecto de sensibilización en escuelas-, o bien el proyecto “Mujeres, Artes y Rebeldía”, con mujeres migrantes.